“(…) creo que queremos valernos de
la astrología para calcular de qué
manera podemos conseguir
todo placer y evitar todo dolor”
El hilo mágico – Richard Idemon
La astrología es algo más que es una explicación determinista proyectada hacia el futuro de lo que juega a nuestro favor o en nuestra contra. Lejos de querer predecir hechos concretos y momentos adecuados, como si de puntos en una línea biográfica se tratara, creo que debemos reivindicar una astrología más circular y omniabarcante, una astrología que no deje al individuo a merced de los astros, si no que le otorgue las herramientas para adaptarse al ritmo de las energías que lo circundan, al mismo tiempo que lo conecta con el propio ritmo interno. La comprensión del equilibrio dinámico que hay entre lo que somos y lo que nos rodea se convierte así en un baile creativo que se modifica a cada instante y no en coreografía interiorizada cargada de automatismos.
No se trata de salir de la consulta con una lista cronológica de tareas, si no con una comprensión de lo que queremos ser y hacer en este momento particular de nuestras vidas y de cuáles son las fortalezas internas con las que contamos para llevarlo a cabo o, aquellas que, en su defecto, debemos sacar a la luz. Sin olvidarnos nunca de que somos seres acunados por lo que viene de arriba y de adentro.
Y es que esto que viene de arriba y de adentro es algo que esta ahí incluso aunque no lo percibamos.
Tenemos todo un cielo en nuestro interior con el que debemos conectar y una amplitud que no estamos reconociendo porque hemos dado nuestra fuerza y autonomía a otros (padres, pareja, estado…) y esto a veces duele. El desamparo siempre duele, sobre todo cuando no somos capaces de reconocer que somos víctimas de las circunstancias que nosotros mismos hemos creado y del poder que nosotros mismos hemos cedido.
Por eso no puede tratarse de evitar el dolor, eso sería sesgado y una forma fácil de arreglar el problema, si no de re-encontrar el poder perdido, de comprender amorosamente lo que somos y lo que nos ha llevado al lugar donde nos encontramos para fusionarlo con lo que está por venir y transformarlo, si así lo decidimos. E insisto en la palabra amorosamente porque muchas veces tendemos a ponernos tareas en base a una idea desconectada de nosotros mismos que carece completamente de emocionalidad y que luego nos deja fríos, inválidos y nuevamente a merced de los otros. Conectar con una emocionalidad depurada y acorde con lo que nos sale de dentro, sin filtros, ni condicionamientos es crucial en estos tiempos de asepsia y falta de contacto y la astrología puede ser una herramienta útil para lograrlo.
Somos seres autónomos, libres y poderosos. Sólo tenemos que recuperar este conocimiento.